El funcionamiento de ChatGPT no está convenciendo a muchos. La protección de los datos es una materia que ha adquirido mucha relevancia en los últimos años. La utilización de estos, en muchos casos de forma ilegal, ha causado muchos dolores de cabeza a los consumidores. Pero con la aparición de esta herramienta de Inteligencia Artificial parece que ahora los afectados son las empresas. Tanto es así que algunas ya están prohibiendo su uso.
La compañía que ha desarrollado esta plataforma reconoce en su página web: «Revisamos las conversaciones para mejorar nuestros sistemas y garantizar que el contenido cumpla con nuestras políticas y requisitos de seguridad». De hecho, no solo las empresas se han preocupado ante este hecho, sino también gobiernos, como el de Italia, que prohibió durante dos meses.
Desde empresas como Deloitte, JPMorgan, Verizon e incluso Microsoft, una de las principales inversoras de OpenAI, han desaconsejado la utilización de datos confidenciales o sensibles en ChatGPT. El último en unirse a esta oleada ha sido Apple, según ha informado The Wall Street Journal. Esta solo ha restringido el acceso de sus empleados a cualquier sistema de IA generativa.
La big tech está creando un chatbot propio y no quiere que se filtre nada sobre él ni de ninguno de los campos en los que está trabajando. Aunque Apple se cubra las espaldas con las filtraciones a través de esta medida, la compañía sigue lidiando con este tipo de prácticas. De hecho, muchos creen que estas forman parte de la estrategia de marketing a la hora de lanzar un producto nuevo y crear expectación.
Anteriormente, la compañía de la manzana bloqueó temporalmente una aplicación del desarrollador Blix por haber integrado una herramienta de IA. Una decisión que contrasta bastante con la reciente noticia de la nueva app nativa de ChatGPT para los usuarios de iOS.
Desde la organización que gestiona este sistema han lanzado un mensaje de tranquilidad porque en la actualización que se hizo el pasado mes de abril se introdujo la posibilidad de desactivar el historial de chats. Esto fue consecuencia de la prohibición en Italia, ya que era uno de los requisitos que exigió el país para volver a activarlo.
Todas las informaciones producen una sensación de inquietud alrededor de la herramienta de IA, que empeora con las declaraciones del propio director ejecutivo y creador de la ChatGPT, Sam Altman, reconoció esta semana en el Senado de Estados Unidos: «Si esta tecnología sale mal, puede salir muy mal». El CEO señaló que el comité encargado de crear la legislación debía ser similar al de las armas nucleares.
Fuente: El Economista
